Creí que era más fácil cambiar, y que solo necesitaba un pequeño empujón para cambiar. Pero jodida realidad me abruma una vez más. Hoy no me extraña que no me reconozcan si aparentemente ni siquiera yo reconozco quien es ese imbécil que se refleja cuando me trato de mirar en el espejo...
De estar mal, creo que he estado peor por amor; pero de ser importante esto es del tamaño del universo en importancia, porque no hay reversa ni punto anterior al cual regresar, es solo ida hacia adelante a donde quizás ya no vuelva a ser yo, ni mucho menos quien quiero ser.
Y pueda que tenga miedo más que enojo, o tristeza más que desconfianza. Pero que bonito es tener una vida sin problemas, tanto que me hubiera gustado vivir así un poco más...
Y aunque estoy decidido a no perder un par de cosas soñadas; mi hora, mi tiempo, mi camino ya no son míos del todo.
