Los puntos suspensivos (...) son desde siempre y para siempre mi firma... Y es que siempre que escribo, nunca puedo ponerle punto final de cerrado y acabado a mis creaciones o aberraciones; pues el sentimiento que las genera siempre permance siempre continua.
Escribir es solo mi mejor forma de drenar de mi mente el dolor de mi alma y de mi corazón. Y a veces no termino de escribir, pues el sentimiento no me deja; ya que a veces no logro describirlo y abarcarlo, para darme a entender o porque ya no lo puedo controlar y me desborda del todo, me gana y aleja la tranquilidad.
Y generalmente, sentirme lo suficiente valiente o destruido para incitarme a escribir, es por mi culpa. Aunque no me gusta mucho hablar de mi y de lo que siento al cien por cien; además del hecho que este cambiando tanto últimamente, le quita importancia a mi afirmación que me conozco bien...
Pero en general otra de las cosas, es que a mi mente raras veces le gusta viajar en linea recta, y se pierde y me olvido de las cosas, como me olvide de mi blog, o se quedan vagando como en un limbo, hasta que algo externo hace que colisionen de nuevo y me reencuentre con el olvido mismo.
Aunque en definitiva nunca he dejado de escribir, de sentir o de pensar, si he dejado de hacer muchas cosas, pero como sigo vivo, supongo y creo incansablemente que lo que hago siempre esta bien...
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