Hoy que quiero arreglar el barco donde navego, me doy cuenta que esta mellado por varios recuerdos. Algunos mas antiguos que otros. Pero todos con un sinsabor, de perdida o decepcion. Recuerdos que quisiera reparar. Pero antes de ser improbables de reparar, son indebidos de recordar.
Me he topado con tantas situaciones, en mi propia memoria, que me he tardado una eternidad en decidir, mejor no ahondar en tantos detalles. Pero dicen que recordar es volver a vivir. Y vivir tantas atrocidades que he hecho me siento como un hittler de mi propio mundo destruyendo la historia.
Y más de una vez, no soy yo quien recurre a los recuerdos y me encierra en tan horrible tormento, sino que aquellos a quienes aprecio los moldean como baslas de cañon y los lanzan sin piedad a mi barco. Donde termino como naufrago, y con un dolor más intenso que el de ser abrazado por el fuego del mismisimo infierno.
Como si nunca hubiese pedido perdón, como si no estuviera arrepentido, como si no hubiese cambiado lo suficiente ya, como si nunca me hubiesen perdonado a pesar de habermelo dicho. Es dificil, a veces seguir, pero es necesario.
Y aunque duelan, esos recuerdos, estan ahi para no repetirlos y sobre todo, porque son mi historia. Mi pasado, es lo que me ha forjado, y tengo que aceptarlo. Pido perdon de nuevo cada vez que mi memoria vuelve a funcionar.
LO SIENTO, PERO SIGO SIENDO UN NIÑO PEQUEÑO CON MIEDO, POR FAVOR NO ME RECRIMINEN TANTO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario