AULLANDO A LA LUNA: Una victoria

domingo, 20 de marzo de 2011

Una victoria

Y ahi estaba yo, frente a frente con la presidenta del club cuyo único proposito es desterrarme de este mundo o ver mi cabeza rodar lejos de mi cuello. Me hervía la sangre, ella me conoce demasiado bien, y sabía donde golpear con sus palabras... Y esperaba que hiciera lo que estaba pensando, destrozarle la cara a golpes -aunque fuera una mujer- y yo siempre explicaba el derecho de igualdad que el feminismo tanto promulga.

Solo respire hondo, quisé decir algo pero contuve el aliento, solte y aprete mi puño cerca de mi cara y de la suya. Di media vuelta, y todo regreso a la normalidad, aúnque por dentro estaba destrozado y no sólo en mi orgullo, en muchos otros lugares también. Si alguien me dice que parecía que iba a llorar, no lo negaré. Pero es que no estabamos solos, ella tenia a sus espaldas a sus seguidores más acerrimos esos 2 idiotas, que no testificarian nunca a mi favor, y rodeandonos muchas más personas, gente que apenas conozco y gente que apenas empezaba a querer.

Esa vuelta, significo mucho más que unos segundos más en esta tierra, también un poco más de comprension hacia mí. Ella no se habia acercado pacificamente a hablar, habia gritado y saltado para llamar mi atención -la de todos- desde el primer segundo la tuvo; pero no logró lo que quería, lo soporte. Ultimamente había prosperado mucho mi paciencia.

Además, al fondo estaba ella, bella como siempre, controlándome, deteniendome, animandome a hacer las cosas bien solo con la mirada -la verdad solo con su presencia- mi verdadera salvadora. la gente atrás mio me abrio paso, creian que aún rondaba mi ira habitual por la superficie y que la podía descargar sobre cualquiera de ellos, y ahora solo nos alejaban unos pasos. A Bequi tampoco le agradaba ella, así que me acerque yo.

La abraze, y tome mis muñecas y me hice daño -nunca le haría daño a ella-, dulcemente me devolvio el gesto y muy suavemente me pregunto:
-¿estas bien?
- claro que sí -respondí- y soy tan feliz como una mierda en el camino.... Pensándolo mejor, más bien como la mosca revoloteando cerca de una mierda. Le sonreí, aunque quizas pudo haber sido una mueca.
- no te creo.
- pues es la verdad, soy feliz y estoy muy bien.
- eres un idiota, lo sabias.
- siiii, soy un idiota feliz.

Un idiota feliz, con algo más que orgullo...

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