Esa inclemente e incesante idea de porque no tome tu rostro entre mis manos para plantarte un beso en los labios y después salir corriendo o quedarme como idiota esperando una bofetada. 3 horas después de cruzar mi mente por segunda vez en nuestra vida, sigue insistiendo en que lo haga pronto.
Pero si no lo sabes, soy un poco paranoico y lo siento... Pero ese después es una bofetada a mi destino y a mi intento de raciocinio, al intento de control de mi futuro. Me destroza sentirme mucho menos de lo que mereces y ser el posible responsable de futuras lagrimas tuyas.
Y me detiene ese idea y creo que me seguirá deteniendo. No encuentro el valor, en las cosas divertidas que podemos pasar y en la felicidad. Pero acostumbrado a la ruina de mi vida, realmente no me siento extrañado con mi pobre actitud.
Solo quiero tenerte por siempre conmigo, pero me duele pensar en ser algo más que amigos. Y un segundo después estas ahí rebotando en mi cabeza de nuevo, siendo mi posible amor de toda la vida. En mi ciclo de atesorar y autodestruir mis sueños.
Tal vez algún día, coja el valor para mandar a volar todo lo que pienso, y me decida a vivir solo ese segundo sin pensar en el que viene y lograr aunque sea por unos días una historia de amor ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario